sábado, 26 de febrero de 2011

La escuela como organización que aprende.

Después de leer los textos de Bolívar y Gairín podemos sacar una idea de qué es lo que ellos llama una "organización que aprende".

Hace años las escuelas eran un lugar donde el maestro tenía todo el poder y, por ello, su conocimiento era el que prevalecía, dando igual que éste estuviera obsoleto o fuera en contra de la ética. Nadie le criticaba y, por ello, no se dedicaba a mejorar y renovar sus conocimientos.

Esta situación se ha ido arrastrando a lo largo de los años y los profesores siguen en esa cómoda posición en la que enseñan lo mismo a lo largo de todos sus años de vida laboral, ofreciendo unos conocimientos planos a sus alumnos, que no responden a los cambios que se han ido sucediendo a lo largo del tiempo.

Lo que proponen Gairín y Bolívar es crear una escuela como organización que está en continuo aprendizaje. Y ya no sólo por parte del docente, sino que todo miembro del entorno escolar debería realizar una serie de cursos que hagan que sus conocimientos mejoren para que así puedan inculcárselos a los niños. No hay que confundirlos con los cursos actuales de formación del profesorado ya que éstos, la mayor parte de las veces, sólo interesan porque hay que hacerlos para seguir ejerciendo como maestro, pero no porque supongan una mejora en su práctica docente.

En definitiva, avanzar hacia una escuela que aprenda es, según mi punto de vista, muy complicado, ya que la mayor parte de los profesores están acomodados: sólo utilizan el libro de texto, no les importa que sus clases no se adapten al contexto en el que viven sus alumnos… ya que, aunque lo hagan mal, seguirán cobrando a fin de mes. Hay que tener pues, esperanza en las nuevas generaciones de maestros, que vengan con ganas de hacer las cosas bien y que estén siempre en continua renovación de sus estudios.

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